Hombres y mujeres ya no pretenden parecer 15 o 20 años más jóvenes. Ahora, atenuar y suavizar los signos del paso del tiempo, sin cambios abruptos, es la consulta más frecuente.
Cada vez más, los pacientes que llegan al consultorio de los especialistas en estética piden tratamientos que no alteren los rasgos ni provoquen cambios drásticos en el rostro. Verse bien “sin convertirse en otra persona”, es la búsqueda de quienes quieren atenuar los signos del envejecimiento sin borrarlos por completo. Con ese objetivo, existen cada vez más opciones para disfrutar de una piel más tersa, hidratada y luminosa.
En esa búsqueda, el ácido hialurónico en sus distintas texturas es uno de los grandes protagonistas de las ténicas estéticas no invasivas. Los números lo confirman: la cantidad de tratamientos de relleno dérmico en todo el mundo creció en casi dos millones entre 2017 y 2020, según el informe global “El futuro de estética” elaborado por la agencia Wunderman Thompson Intelligence.
Y se espera que esos números hayan crecido más aún a medida que se flexibilizaron las medidas sanitarias impuestas por la pandemia de coronavirus.
Para elaborar el informe y detectar las nuevas tendencias en belleza, se realizaron entrevistas con 15 profesionales de la estética de 13 países entre mayo y septiembre de 2021, además de datos de la industria y consultas a consumidores e influencers. Entre las conclusiones principales, se destacan la evolución del concepto rígido de “belleza ideal”, el corrimiento de las fronteras de género y la búsqueda de lo diverso y personalizado, lejos de los rostros “en serie”. Aquí, un repaso por las nuevas tendencias 2022:
1 – Belleza natural y diversa
“La belleza ya no se define rígidamente, la creatividad está pasando a primer plano. Gracias a esto, aumenta la demanda de tratamientos mínimamente invasivos”, señaló el informe global. Por eso, pedir al especialista un tratamiento para tener la nariz de alguna celebrity o los pómulos de otro famoso, se ve cada vez menos en los consultorios.
Los nuevas tendencias apuntan a la belleza diversa y personalizada que realza los rasgos individuales, lejos de los rostros, labios o narices “en serie” que se veían décadas atrás.
“Los procedimientos inyectables, como la toxina botulínica (botox) y los fillers de ácido hialurónico, en combinación con láser, son la fórmula ideal para mejorar la piel. Sin duda, lograr naturalidad es el principal objetivo de los rellenos de ácido hialurónico. Son una revolución en la medicina estética ya que permiten lograr un resultado natural, se nota que estás mejor, pero no sabes por qué. Ese es el secreto”, explicó a Infobae el doctor Christián Sánchez Saizar, dermatólogo miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
Además de devolver la tersura y el volumen que se va perdiendo con el correr de los años, cuidar la piel es fundamental. “Los fillers son grandes aliados para Iluminar la mirada, borrar las huellas del cansancio y potenciar la belleza. Y el uso de láser es un gran aliado para mejorar la calidad de la piel” , agregó Sánchez Saizar.
2 – Alejar el envejecimiento pero respetar la edad
Desde hace un tiempo, las personas ya no buscan “parecer de 20 años”, algo muy popular en el primer boom de la medicina estética entre los años 80 y los 90. Atenuar los signos del paso del tiempo, como la pérdida de tonicidad o volumen y suavizar arrugas es la tendencia. Atenuar y suavizar, no eliminar.
“Nadie pretende parecer 10 o 15 años menos, mis pacientes al menos no lo piden, sí buscan mejorar la apariencia de acuerdo a la edad. Creo que la vida nos plantea un nuevo desafio, vivir unos 30 a 35 años más que nuestros abuelos. Ese desafío se da tanto en salud como en la estética porque tenemos que acompañar ese envejecimiento siendo saludables, caminando con menos dolores articulares, con menos problemas de corazón y colesterol, pero también con un aspecto exterior saludable”, dijo a Infobae la dermatóloga Velia Lemel, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
Por su parte, el cirujano plástico Raul Banegas, especialista en estética y miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER), señaló que el objetivo es apuntar a “los estigmas del envejecimiento, es decir la pérdida ósea y de partes blandas (lo que comúnmente se conoce como bolsas de grasas). Para eso, con distintas densidades de ácido hialurónico se puede simular la reposición de partes óseas con el producto más denso que tenemos y también se puede compensar la pérdida de partes blandas con un ácido hialurónico de densidad media”.
“El uso de fillers o rellenos es uno de los tratamientos con mayor crecimiento en los últimos años. También para armonizar, dar estructura al rostro y para resaltar la belleza y los rasgos”, agregó Sánchez Saizar.
Fuente: Infobae