La Otoplastia es una cirugía de orejas en la cual se resuelven las deformidades de la oreja.
Si tiene orejas demasiado grandes (7 cm o más), el contorno de la oreja irregular, orejas prominentes (sobresalen de la cabeza) o algún tipo de deformación en el lóbulo, la otoplastia es la cirugia estetica indicada.
Esta cirugia plastica puede realizarse a partir de la edad de 7 años, cuando las orejas están totalmente desarrolladas.
Por lo general, la cirugía de orejas se realiza bajo anestesia local, incluso en niños sin ningún problema. Si es necesario, puede asociarse con sedación propuesta por el anestesiólogo. Por lo tanto, el paciente es dado de alta el mismo día, después de la recuperación postanestesia.
Igual que en todas las intervenciones para la otoplastia realizaremos un examen médico previo exhaustivo para detectar cualquier anomalía que pudiera contraindicar la intervención como por ejemplo un acné activo facial y se le explicará la técnica más indicada en su caso en concreto.
Las orejas prominentes u orejas en asa son una malformación congénita bastante frecuente.
Si el defecto es en el pliegue del cartílago en la zona del ante hélix, da la apariencia de una oreja sumamente extendida y plana. La incisión quirúrgica se realiza en el dorso de la oreja, en situación totalmente invisible; se trata de manipular adecuadamente (disección, resección, plicatura, anclaje, sutura de piel, de los cartílagos que conforman el pabellón auricular, para colocarlos en forma y situación normales.
Otra anomalía común se da cuando una parte del cartílago auricular está muy desarrollado en su porción de unión con el cráneo, lo que provoca el efecto de que las orejas están demasiado separadas de la cabeza y proyectadas hacia los lados.
A las cuatro horas de acabada la intervención el paciente suele abandonar la clínica con un vendaje compresivo que evita la formación de hematomas y minimiza las molestias posteriores a la intervención.
En los desgarros se procede a la reparación quirúrgica y a la adecuada sutura de los tejidos del lóbulo, para su reconstrucción. En la mayoría de ocasiones la sutura abarca incluso a los orificios existentes anteriormente; estos serán rehechos más adelante si el paciente decide la reutilización de pendientes que los requieran.
El paciente se reincorpora a sus actividades habituales normalmente al tercer o cuarto día, cuando le retiramos el vendaje compresivo.
En el tratamiento de las orejas despegadas se suele recomendar la utilización de una banda elástica por encima de las orejas, durante las noches. El pabellón auricular es particularmente sensible, siendo normal el dolor postoperatorio, por lo que se recomiendan analgésicos durante unos días.
Después de la reconstrucción del lóbulo deberá retrasarse, durante unas semanas, la utilización de pendientes que requieran del orificio; y si éste ha debido cerrarse, se esperará algunas semanas para rehacerlo.
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