Los oncólogos, por su parte, defienden que se mantenga la cirugía conservadora como terapia estándar en este tipo de cáncer
Cambio de tercio en la cirugía reparadora de mama. Tras 20 años ensalzando las bonanzas de la cirugía conservadora —esto es, extirpar lo mínimo imprescindible para neutralizar el tumor y preservar lo máximo posible el propio pecho—, los cirujanos plásticos han dado una vuelta de tuerca a las guías clínicas y han reivindicado la mastectomía (extirpación total de la mama) y la reconstrucción inmediata como una alternativa en alza. Los resultados de la cirugía conservadora no son los esperados, a ojos de los cirujanos plásticos, según estos especialistas, que esta semana se han reunido en un congreso internacional en el hospital Sant Pau de Barcelona, alrededor del 40% de las cirugías conservadoras no obtienen los resultados esperados y condicionan la calidad de vida de las pacientes. A la larga, muchas mujeres sometidas a esta técnica acaban pasando de nuevo por el quirófano para hacerse una mastectomía y una reconstrucción inmediata.
La buena imagen que se labró la cirugía conservadora, convertida incluso en un indicador de calidad, la postuló como la práctica más empleada tras el proceso quirúrgico en un cáncer de mama. Preservar la forma del pecho es una prioridad desde hace más de 20 años y actualmente, hasta el 70% de las intervenciones de pecho optan por esta técnica. Los oncólogos la defienden pero los cirujanos plásticos han abierto la puerta a evaluar el impacto y el resultado a largo plazo de estas técnicas. «Hay que mirar cuál es la calidad de vida de este 70% que se somete a la cirugía conservadora. Un estudio realizado en Francia demuestra que entre al 30% o al 40% de estas mujeres les aporta unos resultados pobres porque a la larga provoca una asimetría de forma y tacto que condiciona la vida de la paciente», apunta el doctor Jaume Masià, director del Servicio de cirugía plástica de Sant Pau y anfitrión del evento.
Además de los desórdenes estéticos a largo plazo, la recurrencia de un nuevo tumor también varía, señalan los cirujanos plásticos. La probabilidad de recidiva tras una cirugía conservadora oscila entre el 6% y el 8% de los casos, mientras que después de una mastectomía apenas llega al 2%. Con todo, advierte Masià, la recaída «no solo se basa en los márgenes de resección del pecho», sino que influyen otros factores como la propia biología del tumor.
En cualquier caso, los cirujanos plásticos abogan por «revisar» la opción de la cirugía conservadora en favor de las mastectomías y la reconstrucción. La conservación, señalan los expertos, puede desembocar en un tratamiento más largo (suele requerir radioterapia) y con más controles por el riesgo de recaída. La otra técnica, en cambio, aseguraría una mejor calidad de la paciente porque el resultado estético es mejor y el riesgo de recidiva, menor. Masià insiste, sin embargo, en que no se trata de delegar la conservación a un segundo plano, ya que la mastectomía «tampoco es la panacea y tiene unos riesgos y unas limitaciones como cualquier cirugía».
Los oncólogos, por su parte, defienden la situación actual. «No hay ninguna razón para que la cirugía conservadora deje de ser el estándar», señala el oncólogo Miguel Martín, del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM). «En EE UU se ha probado que la mastectomía no aumenta la supervivencia y la reconstrucción, que se vende como algo muy bueno, no siempre queda tan bien», apunta Martín.
Con el debate abierto y teniendo en cuenta la incidencia del cáncer de mama en España (se detectan unos 20.000 nuevos casos al año) y su impacto en la vida de las pacientes, los expertos del Sant Pau y el hospital del Mar de Barcelona han optado por copiar a sus vecinos franceses y preparar su propio estudio para auditar los resultados de las cirugías conservadoras realizadas en los últimos años.
Fuente: elpais.com